lunes, junio 06, 2011

PERROS POTENCIALMENTE PELIGROSOS

Todas las noches Bimba (La Chata) y yo nos vamos a dar el último paseo del día. A veces nos acompañan las gatas Amelia y Puro y otras veces nos vamos las

dos solas. Es el momento del día para de reforzar el tema de la correa, de enseñarla a no cruzar, de recordarla antes de acostar que la líder soy yo. Hay días que son un éxito, hay otros que la perra no me hace una pedorreta porque no sabe, pero el caso es trabajar un poco cada día, todas las ocasiones son buenas.



Hace unos días volvíamos a casa de nuestro paseo, Chata iba suelta, caminaba a mi lado, las dos tranquilas, yo pensando en irme a dormir y ella no sé en qué. En estas nos encontramos a un matrimonio, Chata se acerca al hombre con pasito lento y le huele, enseguida pierde el interés. El hombre me dice:


-uy, quítame ese perro que no me gusta nada



No entiendo muy bien lo que hay que quitar porque la perra no tiene ningún interés en este señor, de hecho ha encontrado algo mucho más interesante: un sapo gordo y verde que se dirige a toda prisa a un arbusto casi tan verde como él. La Chata ha decidio escoltarle.



- No me gustan esos perros, son de esos que de jovencitos vale pero de mayores te traicionan.



Ya veo por donde va el tipo, pero no soy ni la mitad de inteligente que Chata y en vez de pasar de él entro a trapo y le digo:



- ¿me está usted hablando de perros o de su experiencia personal con las personas?


- de perros, de perros, éste es un perro de esos


- ¿de esos de cuales?


- de los de la lista


- ¿de qué lista?



Si hay algo que no comparto en absoluto es la famosa lista de los PPP, perros potencialmente peligrosos. Me parece muy atrevido y muy ignorante elaborar una lista en la que no sé quien ni con qué criterios decide que hay una serie de perros que son peligrosos. Detesto las etiquetas, detesto que se juzgue a los perros sin tan siquiera conocerlos. Me parece intolerante, estúpido y prepotente el juzgar por la apariencia y encima tener los bemoles de plasmar toda esa ignorancia en una lista como si fuera dogma de fé. Para este tipo (que ya me empezaba a caer bastante mal) mi perra era agresiva y traicionera. Apenas la había visto un minuto.



- ¿de qué lista?


- de la lista de los perros esos


- ya. ¿ha leído usted la lista?


- no


- ¿la ha visto publicada en alguna parte?


- no


- ¿sabe la raza de mi perra?


- no, pero es de esos.



Me voy calentando, intento no calentarme, pero me voy calentando, no sólo no ha leído la estúpida lista sino que aunque lo hubiera hecho no sabría sin Chata está en ella porque ni siquiera conoce su raza. Supongo que le mosquean los mofletes de la Chata, esos mofletes de los que mi padre estira o la gata Amelia ha intentado alguna vez colgarse. Esos mofletes que ahora rozan el lomo del sapo gordo y verde, desde luego Chata es más lista que yo mil veces.



- osea, que usted no ha visto o leído la lista pero sabe que mi perra está en ella, aunque tampoco sabe su raza.


- mira, yo he tenido perros toda mi vida y entiendo de perros, siempre he tenido muchos que soy cazador.



Estoy en un tris de decirle que yo también tengo mis listas y en mi lista de "actividades" repugnantes, la caza está en los primeros puestos, estoy en un tris de decirle que los cazadores son deleznables como dueños de perros pero resulta que no me gusta generalizar y soy educada y opto por callarme. Y este tipo interpreta mi silencio como una victoria suya, y se crece:



- y me gustan los perros, que tengo una perra que tiene ya como catorce años, que me ha criado mucho y mira se puso mala y llamé al veterinario.



Me pregunto si quiere un premio, su perra se enferma y llama al veterinario..¿y? .Sigo callada, de hecho me estoy mordiendo la lengua, creo que sangro y todo. Chata sigue escoltando al sapo, sin tocarle.



- llamé porque se le había reventado el útero, animalillo



Ahí me hago lío, ¿tiene rayos x en los ojos?



- ¿cómo sabe que se le ha reventado el útero?


- coño, porque lo veo


- ¿cómo que lo ve?


- porque se le salió hace ya tiempo y con el roce del suelo pues se conoce que con el roce, con el roce eso se le ha roto, y claro sangrando y eso, pero bueno llamé al veterinario y...



Ya no le escucho, miro a Chata, a mi Perra Potencialmente Peligrosa, que sigue escoltando al sapo sin hacerle un rasguño y miro a este gañán de tercera, cazador , que ama a sus perros, y que no está en ninguna lista porque no existe una lista de bestias a dos patas a las que se les prohiba tener animales de ninguna clase. Este amante de los perros que ha tenido a su perra criando hasta que el útero se la descolgado del cuerpo y lo ha ido arrastando por la casa y la calle durante semanas hasta literalmente reventar. Pero la peligrosa es mi perra. Miro en silencio a la mujer del gañán que ha permanecido todo el tiempo en segundo plano y pienso que tiene aspecto de haber tenido más de un hijo, estoy en un tris de recomendarle una buena faja por si acaso pero me aguanto las ganas y sin despedirme camino hacia casa. Chata se viene conmigo.



Días después me encuentro al gañán de nuevo por las calles del pueblo, mi perra va suelta conmigo y él lleva a dos de los suyos sueltos también. En cuanto ve a la Chata empieza a gritar como un poseso, su perros se ponen muy tensos y se tiran ladrando a por ella, pero mi perra que es lista, los ignora por completo y sigue caminando tranquila a mi lado. Gañán ata a sus perros, que tiran de él como posesos, se cruza a un señor del pueblo que le pregunta porqué lleva los perros atados, que porqué no los suelta. "No los suelto porque no me fío de la perra esa que va por ahÍ" Le oigo y por un momento se me pasa por la cabeza enfrentarme , estoy harta de este idiota, pero como siempre la lección viene de la perra. La miro jugar con Charito, una podenco abandonada tras la temporada de caza a la que hace poco la han matado los cachorros y estaba muy triste. La Chata juega con ella, la lame la cara, se echan carreras, la está ayudando a recuperar la autoestima y tiene éxito. Mientras las miro oigo al gañan mentar a Dios y a la madre de sus perros a la vez que les amenaza con partirles un palo en el lomo.



Está claro que queda mucho por hacer