miércoles, abril 06, 2011

David Meca y los Dinosaurios

Como cada día, hoy nos vamos al río a la hora de comer. Esta tarde la manada somos: a dos patas sólo yo; a cuatro: Gala (la perra de Alejandro que hoy no puede venir porque le toca médico), Bimba (super-amiga de Gala), Pinto, Sancho y La Charito, de la que os hablaré otro día. Después de media hora larga de caminata llegamos al río. LLeva bastante agua y muy limpia. Cuando quedan unos metros para la orilla, Sancho me mira como pidiendo permiso, y yo le digo que adelante. Entonces coge carrerilla y ¡bum! se lanza tipo bomba y cae al agua. Suelto también a Pinto, es el único momento del paseo que lo hago. Pinto se escapa a la mínima oportunidad y como las cabras, tira al monte. Se puede pasar allí un par de días perdido, y yo de los nervios, claro. Pero si le suelto aquí, se echa una carrerita, se baña un poco y se queda más contento. Luego le vuelvo a poner la correa y listo. Estoy en éstas cuando veo que Bimba se ha tirado al río ¡está nadando!, bastante patosamente, pero ¡está nadando! Es la primera vez que lo hace, intenta seguir a Sancho que ya tiene bastante estilo, una especie de David Meca canino. Las patas de Sancho van silenciosas por debajo del agua y él está relajadísimo a lo suyo, mientras que Bimba chapotea como un bebé en la bañera. Estoy supercontenta de ver su primer baño y me empieza a dar la risa porque la carita de Bimba es un poema. Nada con el cuello estirado, con la boca cerrada casi herméticamente, intentando que no se le cuele ni una gota de agua, pero a la vez le sale una sonrisa nerviosa, una mezcla de alegría y nervios y me da la risa. ¡Qué momento tan bonito! ¡Qué lujo! ¡Qué alegr....¿Dónde está Pinto? Estoy tan embobada con el momento natación sincronizada que me he olvidado de Pinto, y el tío como me note distraída se larga a la menor oportunidad...¿Dónde est....Ah, qué susto, justo detrás de mí, revolcándose en la hierba fresca, en la hierba, qué mon....Fresco es fresco en lo que se revuelca, de eso no me cabe duda, pero ahí hay algo más que hierba. En algún momento, mientras estaba embelesada con Meca y la promesa de Esther Williams, ha pasado un tiranosaurio que no he visto y ha dejado una caca del tamaño de un coche, de un camión, de un molino. Mientras Sancho y Bimba se lanzaban de cabeza al río, Pinto hacia lo propio encima de una caca colosal, enorme, reciente ,AS-QUE-RO-SA. ¡¡¡Pintoooo!!!! ¡¡¡Nooooo!!!!¿¿¡Qué haces???? ¡¡¡Eso noooo!!!! Intento alejarle del "pastelito-pastelazo" pero no hay manera. Pinto es sordo, feliz, vuelta y vuelta como la panceta en barbacoa. Intento agarrarlo, pero ¿de dónde? ¿De dónde?? si ya es una croqueta de... chocolate ¡¡¡¡PINTOOOO!!!! Se incorpora un segundo con cara de : "¿qué?, ¿qué?, ¿eh?" Cogo una piedra enorme para tapar la mega caca y Pinto me mira con cara de decepción. Bueno , primera parte del problema resuelto. Ahora segunda parte: ponerle el collar sin tocarle. Imposible hacer el camino de vuelta sin ponerle el collar, se me escapa fijo, el collar es sí o sí, pero NO LE QUIERO TOCARRR. ¡Ay madre! ¿Y si le tiro al río? Para tirarle de todas formas tengo que ponerle el collar. ¿Qué hago, qué hago? mmm.... le tengo que poner el collar no queda otra... padre nuestro que estás.. me voy acercando...ven Pintito, hijo, no te muevas, no te me arrimes, quédate quietito corazón. Pero es Pinto, y es mucho pedir. Tiene unos chorretones tremendos, se los nota y según me acerco decide que es hora de ... sacudirse. Y se sacude. Mucho. Llevo una chaqueta verde de las rebajas de Zara, práctica y mona a la vez. Ya no es tan mona...ni tan verde. Es como de camuflaje, tipo uniforme militar Tormenta del Desierto. Desde luego quiero irme a Irak. No sé si llorar o llorar. Le pongo el collar como puedo (prefiero no entrar en detalles) y volvemos a casa, otra media hora de camino de regreso. Y Pinto que normalmente va unos pasitos atrás o unos pasitos alante, decide que es mejor caminar a mi lado. Es que está muy contento, tan contento que quiere compartir perfume con todos. Así que ahora en el camino de vuelta somos: a dos patas yo, a cuatro: Pinto (feliz y perfumado) Sancho (feliz , empapado y envidioso del buen olor de Pinto), Bimba (orgullosísima de sí misma y preguntándose dónde se habrá hecho Pinto con ese perfume tan bueno) , Gala (pensando que nunca había visto a Pinto tan guapo) y La Charito (contenta porque volvemos y orgullosa de salir con una manada que huele tan bien). Y, a ocho patas y con alas una veintena de moscas gordas que vuelan por encima de Pinto formando un aura negra y zumbante. De vuelta al corral, les doy de comer, tenía listas las pipetas antiparásitos. Se la pongo a Sancho, a Pinto ni me arrimo. Para más guasa no tenemos agua corriente en el corral, con lo cual no puedo darle un manguerazo. Así que a casa a duchar. He metido mi ropa en la lavadora, toda, estoy a punto de centrifugarme a mi misma pero me decanto por siete duchas seguidas de agua hirviendo. Y me paso el guante de crin. Veinte veces. Este ha sido nuestro paseo hoy. Los que tenemos perro sabemos que estas cosas pasan. Los que no lo tenéis y queréis tener uno porque es divertido y bonito, sabedlo: ESTAS COSAS PASAN.

3 comentarios:

  1. Jajaja! Qué bien lo relatas Carmen! Desde luego hay que tener sentido del humor para afrontar estos "gajes del oficio de ser humanos emperrados en tener perro" jaja!
    Me ha recordado a Lluna, una foxterrierita preciosa que me acompañaba en los paseos y que, de chiquitina, también aprovechaba la mínima oportunidad para darse su propio "baño de fango" xD. Recuerdo una vez que salimos de casa, ella toda pomposa y yo bien orgullosa por la sesión de baño y aseo que acababa de darle, y eso que íbamos por el parque y no se le ocurre otra cosa que acercar sus barbitas -blancas y bien peinaditas- al carné de identidad de otro perro, que, justo en ese momento, quiso marcar terreno. Corrí aterrorizada hacia la escena 3-2-1 demasiado tarde...U.U xDDD Ahora me río pero entonces...Al ver sus barbas amarillas...Arff xD
    Ah oye, supongo que viste ayer a César en Cuatro, ¿qué te pareció la entrevista? A mí me encantó, César es...<3 jeje
    Por cierto, de dónde eres? Creí ver que de Madrid, pero vives en una zona con campo no? :)
    Un saludote!

    ResponderEliminar
  2. HOla Laia, sí soy de Madrid pero vivo en el campo. Y claro que ví a César en cuatro y en el Palacio de los Deportes. ¿Has visto que sentido del humor tan estupendo? Creo que se da cuenta de cómo tratamos a los animales (osea, fatal) y me parece que está empeñado en poner su granito de arena por aquí, que nos hace mucha falta.
    Y bueno,lo de las cacas ni te cuento, pero te prometo que tenía ganas de llorar, no me quiero ni acordar. De todas formas, hay que reirse, pero en el momento, ufff, no es fácil. Por eso digo que esas cosas pasan y o quieres mucho a tu perro o malo. Situaciones como esa suelen terminar mal para el perro. En mi caso con Pinto, volvía camino de casa repitiendo un mantra de César Millán en mi cabeza: "no es personal, no es personal, no es personal..."jajajaj Un abrazo Laia.

    ResponderEliminar
  3. como te diria carmen que mi perro que en paz descanse hizo lo mismo que pinto dos veces en un dia ;-]

    ResponderEliminar